viernes, 31 de agosto de 2012

Producción

Los dos métodos más importantes de extracción de berilio del mineral son el proceso de sulfato y el proceso de fluoruro.
En el proceso de sulfato, se funde berilo triturado en un horno de arco a 1.650 C y se vierte a través de un chorro de agua a alta velocidad para formar un frito. Tras el tratamiento con calor, el frito se deposita en una trituradora de bolas y se mezcla con ácido sulfúrico concentrado para formar un compuesto en suspensión, que se pulveriza en forma de chorro a una trituradora sulfatante rotatoria de calentamiento directo. El berilio, ahora en forma hidrosoluble, se separa del sedimento y se añade hidróxido de amonio al sedimento líquido, que es introducido en un cristalizador donde el alumbre de amonio cristaliza. Se añaden agentes quelantes al líquido para mantener el hierro y el níquel en solución, se añade hidróxido sódico y el berilato sódico formado se hidroliza para precipitar hidróxido de berilio. Este último producto puede convertirse en fluoruro de berilio para la reducción por magnesio a berilio metálico, o a cloruro de berilio para reducción electrolítica.
En el proceso de fluoruro (Figura 10.11), se aglomera una mezcla en bloque de mineral de tierra, silicofluoruro sódico y ceniza de sosa en un horno de crisol/chimenea rotatorio. El material aglomerado se aplasta, tritura y separa. Se añade hidróxido sódico a la solución de fluoruro de berilio obtenida y el precipitado de hidróxido de berilio se filtra en un filtro rotatorio. El berilio metálico se obtiene de igual forma que en el proceso anterior, mediante reducción con magnesio del fluoruro de berilio o por electrólisis del cloruro de berilio.


jueves, 30 de agosto de 2012

Síndromes compartimentales de la extremidad inferior

Un síndrome compartimental es el resultado de una presión elevada mantenida en un espacio muscular intraaponeurótico cerrado, que da lugar a una circulación sanguínea marcadamente reducida en los tejidos. La elevada presión intracompartimental suele ser debida a traumatismos (lesiones por aplastamiento, frac- turas y luxaciones), aunque también puede ser consecuencia de uso excesivo, de tumores y de infecciones. Un enyesado apretado puede ocasionar un síndrome compartimental, al igual que la diabetes y los trastornos de los vasos sanguíneos. Los primeros síntomas son tumefacción con tensión, dolor y restricción de la función, que no se alivian al elevar, inmovilizar o tratar la pierna con los fármacos habituales. Posteriormente habrá parestesias, entumecimiento y paresias. En las personas en edad de crecimiento, un síndrome compartimental puede ocasionar trastornos del crecimiento y deformidades en la región afectada.
Si se sospecha un síndrome compartimental, debe realizarse una buena exploración clínica que comprenda la valoración de la situación vascular, neurológica y muscular, la movilización activa y pasiva de la articulación, etc. Se medirá la presión mediante cateterismo múltiple de los compartimientos. La RM, la exploración Doppler y la ecografía pueden ser útiles para el diagnóstico.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Síndrome del túnel del tarso

Todos los síntomas del síndrome del túnel del tarso son un dolor de tipo urente a lo largo de la planta del pie y de todos los dedos, que puede ser debido a la compresión del nervio tibial posterior en el interior del túnel fibroóseo situado bajo el retináculo flexor del tobillo. La compresión del nervio puede ser debida a muchos factores, siendo las causas más comunes las irregularidades óseas, las fracturas y luxaciones de tobillo, la presencia de ganglios o tumores locales o el empleo de calzado inadecuado.
Puede haber pérdida de sensibilidad en las zonas correspondientes a los nervios plantares interno y externo, debilidad y parálisis de los músculos del pie, sobre todo de los flexores, un signo de Tinel positivo e hiperestesia en la región del trayecto del nervio.
Resulta esencial una adecuada exploración clínica de la función y de la situación neurológica y vascular. El síndrome tam- bién puede diagnosticarse mediante pruebas electrofisiológicas

martes, 28 de agosto de 2012

Metatarsalgia de Morton

Metatarsalgia significa dolor en el antepié. Puede ser debida a un neuroma del nervio digital plantar, o neuroma de Morton. El dolor típico aparece en el antepié, por lo general con irradiación al tercer y cuarto dedos y, rara vez, al segundo y tercero. El dolor aparece estando de pie o caminando a cualquier edad, aunque es más frecuente en las mujeres de mediana edad. Con el reposo, el dolor desaparece.
El proceso a menudo guarda relación con un pie plano y con la presencia de callosidades. La compresión lateral de las cabezas de los metatarsianos, así como la compresión de los espacios entre ellas, pueden desencadenar el dolor. En la radiografía simple no se observa el neuroma, aunque pueden ser visibles otros cambios (p. ej., deformidades óseas causantes de metatarsalgia). La imagen por RM puede revelar el neuroma.
El tratamiento conservador, calzado y plantillas adecuadas, para soportar el arco anterior a menudo resulta adecuado.

lunes, 27 de agosto de 2012

Bursitis calcánea

El dolor detrás del talón, que por lo general se agrava al caminar, casi siempre está causado por una bursitis calcánea, a menudo asociada a una tendinitis del tendón de Aquiles. El trastorno se puede encontrar en ambos talones y aparecer a cualquier edad. En los niños, la bursitis calcánea a menudo se combina con una exostosis o una osteocondritis del calcáneo.
La causa de este trastorno es en la mayor parte de los casos un calzado inadecuado con un talón estrecho o duro. En los depor- tistas, la carga excesiva de la región del talón, como ocurre durante la carrera, puede provocar una tendinitis del tendón de Aquiles y una bursitis retrocalcánea. La deformidad de la parte posterior del pie es un factor predisponente. No suele haber infección.
A la exploración, el talón hiperestésico está engrosado y la piel puede estar roja. A menudo existe una curvatura hacia dentro de la parte posterior del pie. Las radiografías son impor- tantes, en especial para el diagnóstico diferencial, y pueden revelar cambios en el calcáneo (p. ej., enfermedad de Sever, frac- turas osteocondrales, osteofitos, tumores óseos y osteítis). En casi todos los casos la historia y la exploración clínica se apoyarán en una RM o una ecografía. Una bursografía retrocalcánea propor- cionará más datos en los casos crónicos.
Los síntomas pueden desaparecer sin tratamiento. En los casos leves suele tener éxito el tratamiento conservador. Se protegerá el talón doloroso con vendas y con calzado adecuado de talones blandos. Puede resultar útil una ortosis para corregir la mala posición de la parte posterior del pie. A menudo resulta eficaz la corrección del comportamiento durante la marcha y la carrera.
La escisión quirúrgica de la bolsa y de la parte impactada del calcáneo sólo está indicada cuando ha fracasado el tratamiento conservador.