martes, 17 de abril de 2007

Nutrición desequilibrada, consumo de sal


En la mayoría de los países industrializados, las dietas tradicionales de bajo contenido de grasas se han sustituido por dietas demasiado dulces o saladas, de contenido bajo en hidratos de carbono y elevado en grasas y calorías. Esto contribuye al desarrollo de sobrepeso, hipertensión y al aumento del nivel de colesterol, con el consiguiente aumento del riesgo cardiovascular. El consumo excesivo de grasas de origen animal, con su elevada proporción de ácidos grasos saturados, aumenta el nivel de colesterol de las LDL y con ello el riesgo cardiovascular. Las grasas de origen vegetal tienen una cantidad muy inferior de estas sustancias (OMS 1994a). Los hábitos dietéticos se asocian también estrechamente al nivel socioeconómico y a la actividad profesional.

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